Premio al mejor Proyecto Científico
Nuestro Proyecto "La eterna juventud celular", analiza el envejecimiento celular, los errores en las copias del ADN y estudia cómo influyen los telómeros en este proceso.
Los telómeros
Su nombre, de origen griego, significa literalmente "parte final", y es que los telómeros son eso: los extremos de los cromosomas, algo parecido a las puntas de plástico de los cordones de los zapatos.
Pero son partes del ADN muy repetitivas y no codificantes: su función principal es proteger el material genético que porta el resto del cromosoma.
A medida que nuestras células se dividen para multiplicarse y para regenerar los tejidos y órganos de nuestro cuerpo se va reduciendo la longitud de los telómeros, y por eso con el paso del tiempo se hacen más cortos.
Cuando finalmente los telómeros se quedan tan pequeños que ya no pueden proteger el ADN, las células dejan de reproducirse: alcanzan un estado de senectud o vejez.
Por eso, la longitud de los telómeros se considera un "biomarcador de envejecimiento" clave a nivel molecular, aunque no es el único, y en años recientes ha atraído la atención de numerosas investigaciones.